Decir


Por una relación afirmativa con la improvisación – Ricardo Lomnitz Soto (2024)

Me ven delante de ustedes con un bonche de hojas, que seguramente leeré. Probablemente supondrán –he de decir, de manera correcta– que hablaré sobre improvisación. Pero… ¿no se presenta ahí algo chocante? ¿No es acaso una infidelidad para con la improvisación, comprendida ésta como una práctica vinculada con lo incalculable, lo vivo y el “presente”, el recurrir a un medio estático para abordarla? Ahora volteo a verl_s a ustedes, l_s escucho, y algo le pasa a este texto… 

La improvisación en proceso – Bennett Hogg

La improvisación y el proceso de justicia social son prácticas culturales cuyos puntos de arribo, una vez iniciado cualquier proceso individual, permanecen desconocidos. En efecto, si el resultado de una iniciativa de justicia social estuviera determinada de manera previa al desarrollo de su proceso, se pensaría que su juicio fue sesgado, no habiendo seguido un debido proceso.1 En este artículo, planteo que la improvisación musical y la justicia social comparten varias prácticas y preocupaciones, algunas de forma más explícita que otras. De manera particular, exploraré las maneras en que los procesos de improvisación y de justicia social pueden interrogar y desafiar las respectivas ontologías de la “obra musical” y de la “ley”, y a partir de este análisis, caracterizaré ambas como “mediaciones” más que como aplicaciones de categorías a priori. Para complementar lo anterior, también examinaré algunas condiciones específicas de la escucha, así como las maneras en que la escucha podría ser configurada de modos distintos, en la medida en que dicha examinación tiene efectos sobre nuestro entendimiento de la escucha tanto en la práctica musical como en el de la justicia social.

Sujeto, objeto, improvisación: John Cage, Pauline Oliveros y la filosofía oriental en la música – Tracy McMullen

La música plantea un problema para la tradición intelectual de occidente, que privilegia la razón y la mente por encima del cuerpo.  Dada su conexión con la emoción, el cuerpo y lo femenino, la música ha estado bajo sospecha desde Platón, y aquell_s que defienden a la música como un “arte serio” muchas veces se han esforzado por asociarla con su “costado mental”, aspecto privilegiado de la separación mente-cuerpo occidental. Por ejemplo, en el periodo moderno, el creciente énfasis en el análisis textual de la “obra” establece la partitura del compositor como el sitio de la música,  marginando sus aspectos corporales, incluyendo a sus corpóreos y contingentes intérpretes (Taruskin; Goehr). Y la improvisación –que privilegia al ejecutante subjetivo y corpóreo y a la interpretación por encima de  las partituras objetivadas y reificadas—ha sido  paulatinamente suprimida de la tradición musical de occidente (Bailey; Nettle y Russell). Este ensayo indaga en torno a John Cage y Pauline Oliveros en este contexto, demostrando cómo  la radicalidad de estos artistas ha sido (in)comprendida a partir de concepciones ilustradas sobre el individuo y de una  dicotomía sujeto/objeto que no puede explicar adecuadamente la intersubjetividad de la improvisación.

Un impromptu (2022)

Conversación entre Wade Matthews (Madrid), Ramón del Buey Alonso (Ciudad de México) y Ramón del Buey Cañas (Madrid) como parte de “Archipiélago Crítico”, XXXIII Coloquio Internacional organizado por 17, Instituto de Estudios Críticos. La mesa, realizada vía radio, tuvo lugar el 9 de julio del 2022.