Frente al recrudecimiento de los efectos de la catástrofe climática y el fortalecimiento del neofascismo a lo largo del planeta, la capacidad de adaptarse a entornos cambiantes de maneras colectivas y creativas, se vuelve urgente. Más aún, frente al agotamiento de viejos modelos para fundar y sostener el tejido social, dándole sentido a la experiencia humana, las experiencias que la improvisación artística nos ofrece en tanto práctica de imaginación, pareciera dotarla de un potencial político relevante.
Producir silencio: escucharnos mejor
Gracias, Erick Vázquez, por referir en tu blog al coloquio “Máquina productora de silencio. La improvisación en y más allá de la música y las artes”. Tu escrito nos brinda la posibilidad de volver sobre el encuentro, sus componentes y argumento.
Al parecer, experimentamos dos eventos muy distintos. Donde nosotros impulsamos la instalación del campo de los Estudios de la Improvisación en los territorios de la ñ y promovimos la amplia colectividad que le corresponde, tú habrías preferido un programa centrado en la comunidad de músicos improvisadores de la Ciudad de México, a la que por supuesto convocamos en el amplio marco planteado: por eso invitamos a sus miembros a aportar al escenario emergente de los Estudios de la Improvisación a la par de una legión de colegas, provenientes de distintos circuitos y países.
Trompos a la uña (2016)
Composición en tiempo real comisionada por 17, Instituto de Estudios Críticos al compositor mexicano Julio Estrada (1943) para conmemorar sus primeros 15 años de existencia. La improvisación, realizada por 15 bateristas más un director, ocurrió el sábado 21 de enero del 2016 en las instalaciones del Centro Nacional de las Artes (CDMX), como parte del XXII Coloquio Internacional organizado por el …

